La práctica de las artes marciales está considerada como uno de los deportes que más beneficios aporta al practicante, sobre todo porque no solo trabaja el estado físico, sino que también mejora la condición psiquica, el control, y los valores básicos de la sociedad.
Un practicante de artes marciales entiende la necesidad de colaborar con los compañeros, respetar y cumplir una serie de normas que se llevan a cabo dentro del Dojo (lugar de entrenamiento) que luego se llevan al día a día.
Muchos pediatras y médicos aconsejan la práctica de artes marciales para mejorar el desarrollo motor del niño, aumentando sus capacidades físicas generales, coordinación, equilibrio, concentración, fuerza, velocidad, etc….